Apicio -el primer gourmet de la historia, el hedonista primogenio que además hacía gala de profusos conocimientos sobre gastronomía, modales y placer- describía en uno de sus tratados más famosos un elaborado pastel de rosas bañadas y maceradas en salsa garum -el condimento más empleado-. La receta, que no gozaría de demasiado éxito en nuestros días, incluía un caldo clarificado, sesos macerados en pimienta y una salsa de huevo, vino y aceite. De ese plato al que hacemos en Sucede, se van siglos y sabores, formas y texturas, pero permanece la apreciación por los pétalos de rosas, que presentamos en forma de cóctel.
Un trago que seduce y nos lleva a noches templadas, a jardines pomposos, a la génesis -un año más y por siempre- de la primavera.